El año pasado estuvimos en los Alpes franceses para realizar algunas salidas por la zona. Tuvimos mala suerte los primero días debido al mal tiempo, tuvimos que desistir por subir al macizo del Mont Blanc y decidimos subir algunos picos (sobre 3.000 mts) en macizos cercanos. Después de patear la zona y practicar en el glaciar de la Mer de Glace pudimos por fin subir y contemplar la maravilla de los Alpes. Este reportaje lo ha realizado principalmente Norberto aunque se han incluido algunas fotos mías.
Espero que estos paisajes os animen este verano a visitar la zona, no exenta de dificultades, pero con recompensas únicas.
Se trata de la travesía de la Vallée Blanche, transcurre por la parte superior del Macizo del Mont Blanc, pasando de la parte francesa a la italiana, toda es por terreno glaciar y se pueden observar algunas de las cumbres más representativas de la zona.
Chamonix a las 6:00, nos dirigimos a tomar el teleférico de la Aiguille du Midi, al fondo a la izquierda la Aiguille du Midi, en el centro el Mont Blanc.
La Aiguille du Midi y su impresionante arista vistos desde el Plan de l’Aiguille (2310m), la estación intermedia del teleférico. Desde aquí sube hasta arriba sin postes.
La arista vista desde el teleférico llegando, se observan toda la zona Este del macizo del Mont Blanc, muy al fondo Cervino y Monte Rosa.
El túnel de salida desde la Aiguille du Midi (3842 m), te pone directamente en la arista, esta es la separación entre el turismo y el alpinismo. Hay un cartel que te lo advierte.
Comenzamos la ruta bajando la arista (por algunas zonas apenas 30 cm de ancho), por un lado se ve el pueblo 2700 mts más abajo. Como comienzo de ruta, esta arista es poco recomendable para los que tienen vértigo.
Las vistas del lado del macizo son impresionantes, el col du Midi (3530 m) abajo con el personal acampado que ha pasado allí la noche, el refugio des Cosmiques abajo a la derecha, el Mont Blanc de Tacul (4248 m) de frente al centro, Mont Maudit (4465 m) a la derecha y el Mont Blanc (4807 m) a la derecha de este. Nuestra ruta pasa por el col du Midi y gira hacia la izquierda, aquí comienza la Vallée Blanche.
Aquí se observa toda la travesía con nuestro objetivo al fondo el Helbronner en el lado italiano.
El glaciar es un autentico campo minado de grietas ocultas y puentes de nieve, siempre hay que ir atentos. Al comienzo los puentes de nieve estaban bien, a media mañana vimos cómo la gente se hundía hasta la cintura en una cordada de cinco.
Estamos en la parte más agrietada del Glaciar, aquí están las rimayas más grandes y aunque el camino está con buena huella no hay que descuidarse, más de una vez se mete el pie más de la cuenta. En la foto se ve el Mont Blanc al fondo.
El espectacular diente del gigante a la izquierda.
El Helbronner al fondo
Mirando hacia el Este se observa la Aiguille des Drus y la Verte, abajo el glaciar se convierte a su salida en la Mer de Glace.
Aquí se observan algunos de los puentes de nieve. Es importante no salirse de la huella.
Un vistazo hacia atrás
El diente del gigante más cercano
Vistas del valle de Aosta desde el Helbronner. La zona italiana esta más nubosa.
La cara de satisfacción después de nuestra primera travesía por un glaciar, al fondo la Aiguille du Midi.
La vuelta la hacemos tomando un teleférico que hace el recorrido de forma aérea. Aquí podemos ver las zonas por las que hemos pasado desde arriba. Es un buen momento para fotografiar la zona.
Zoom sobre la zona de rimayas, en el centro se ven a tres personas haciendo la travesía, aquí se perciben las dimensiones. El tiempo comenzaba a ponerse feo sobre las doce.
Vista del Mont Blanc de Tacul a la vuelta, ya envuelto en nubes.
